Adoptar una nueva tecnología
Para tomar decisiones acertadas, es fundamental predecir el potencial impacto de la tecnología, aunque su capacidad sea falible, adoptar una nueva tecnología es una decisión
Cuando desconocemos el impacto que tiene la introducción de una nueva tecnología, generalmente la soslayamos y nos oponemos. Pedimos muéstrame los números o déjame evaluar datos con peso cuantitativo. Esto nos llevar a pensar que las nuevas ideas, culturalmente hablando, siempre encontraran desaprobación.
Si bien es cierto que las tendencias históricas, medidas cuantitativamente, son fundamentales para pronosticar el futuro, también es verdad que relatan solo la mitad de la historia. Sin embargo, son incapaces de anticipan los impactos de la innovación actual. Por ejemplo, los cambios fundamentales en la forma en que las personas se desenvuelven, o la forma de pensar y actuar.
¿Cuándo seleccionar una nueva tecnología?
En los estudios sobre la adopción de nuevas tecnologías, se identifican cinco grupos: innovadores, primeros en adoptar una tecnología, mayoría temprana, mayoría tardía y rezagados. La desesperación por ser los primeros se parece mucho a la de rezagados. Si estos grupos son sucesivos, podemos analizar las señales tempranas para descubrir qué están haciendo los innovadores. Los primeros en adoptar responderán a la pregunta: ¿Cómo serán los próximos años si estos actores principales se convierten en mayorías tempranas o tardías?
Para responder la anterior pregunta, es necesario descartar las señales más importantes y obvias para enfocarnos en datos casi imperceptibles. No obstante, con impactos potencialmente grandes a medida que escalan. Po supuesto, se requiere conversar con los actores principales que están inventando nuevas soluciones. Estas señales y actores nos ayudan a comprender los factores subyacentes. Que contribuyen a formar hipótesis amplias sobre el impacto futuro de una nueva tecnología.
Un listado de ventajas y desventajas puede ayudar a tomar una decisión, pero suelen ser insuficientes. Un error común es creer que es necesario saberlo todo para acertar en la decisión de adoptar una nueva tecnología. Pero el meollo del asunto es hacer buenas preguntas y considerar posibles alternativas. El solo hecho de hacer estas preguntas, de cuestionar por qué tiene las suposiciones que tiene, de buscar puntos de vista alternativos, le ayudará a avanzar tanto a usted como a su propio punto de vista.
Equipo Gemat